Los días 29 y 30 de abril tuvo lugar el segundo encuentro del cardenal Osoro, como ordinario propio de los fieles para los ritos orientales, con los sacerdotes que los atienden. Participaron unos treinta sacerdotes ucranianos, rumanos e indios pertenecientes a los ritos bizantinos y siro-malabar en una jornada que empezó con la oración de laudes, organizadas por los sacerdotes greco-católicos rumanos.
Después, el purpurado habló sobre la necesidad de una conversión pastoral, que lleve a poner la mirada en Cristo, quien no se cansa de amar, de perdonar, de cogernos sobre sus hombros, y no se cansa de decirnos, como a María Magdalena «no está aquí». El ordinario invitó a sus sacerdotes a renovar permanentemente el encuentro con Cristo, a llevar a todos la dulce y confortadora alegría del Evangelio y a mantener actual el mensaje del Evangelio.
A continuación tuvo lugar la celebración de la Eucaristía en la que cada grupo participó con cantos propios de sus comunidades y países. Por la tarde, el canciller secretario del Ordinariato, Alberto Andrés Domínguez, trató sobre diversos asuntos de carácter jurídicos que afectan a todas las diócesis españolas y, por tanto, también al Ordinariato, como son el registro de los sacerdotes para la validez civil de los matrimonios eclesiásticos, la aplicación de la ley de protección de datos, etc.
A continuación, el vicario de Pastoral Social de la diócesis de Madrid habló sobre los retos actuales de la evangelización con migrantes, ya que esta es la tarea primera que tienen que atender los sacerdotes pertenecientes al Ordinariato. La tarde finalizó con la oración de vísperas preparadas por los sacerdotes greco-católicos ucranianos.
Al igual que sucedió en el encuentro del año pasado, también en esta ocasión estos días han servido para que los sacerdotes del Ordinariato puedan encontrarse con su pastor y hablar con él, han podido compartir sus experiencias pastorales y han vivido unos días de comunión eclesial y sacerdotal.
Infomadrid