El Ordinariato para los fieles católicos orientales en España fue creado por el papa Francisco el 9 de septiembre de 2016 mediante el decreto Nobilis Hispaniae Natio, nombrando Ordinario al Cardenal Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro Sierra.
Debido al gran número de fieles de los distintos ritos de las Iglesias Orientales, el Santo Padre creyó conveniente crear una estructura que permita la atención pastoral de estos fieles, para que de este modo puedan mantener su propio rito y tradiciones religiosas.
Actualmente, el Ordinariato está formado principalmente por greco-católicos ucranianos, greco-católicos rumanos y siro-malabares procedentes de la India. Todos ellos, perteneciendo a la Iglesia Católica, tienen su origen en una tradición cristiana que se remonta a los mismos apóstoles.
Estos fieles están repartidos por todo el territorio nacional, por lo que la jurisdicción del Ordinariato abarca toda España, y forman capellanías personales para la atención de los propios fieles. Al mismo tiempo se trabaja en comunión con las diócesis donde estos católicos orientales están presentes, como con las Iglesias de procedencia.